Ficha Técnica:
Dirección: Christopher Nolan
Guión: Christopher Nolan
Estreno en Argentina: 29 de julio de 2010
Título original: Inception
Origen: EE.UU., Reino Unido
Duración: 142 minutos
Intérpretes:
Leonardo Di Caprio
Marion Cotillard
Ken Watanabe
Joseph Gordon Levitt
Michel Caine
Sobre Inception - EL ORIGEN - : Algebra y fuego
Se trata de una película extraordinaria. De una genuina experiencia estética que combina construcción narrativa con emoción. La trama parece un tema reconocible de la ciencia ficción: Dom Cob y su equipo son espías mentales que roban secretos empresariales viajando a través de la mente de sus víctimas. En un nuevo desafío, los soñadores se proponen “originar” o instalar una idea nueva en la mente de un heredero multimillonario.
En realidad, Inception cumple con la promesa de mostrar distintos estratos del sueño y sus complejidades. Así el suspenso de la acción se complementa armónicamente con los laberintos oníricos. Además del cálculo para robar e instalar ideas, encontramos “proyecciones” románticas y recuerdos afectivos. El espectador vive la felicidad del encuentro entre el álgebra y el fuego.
C. Nolan ya había intentado complejidades narrativas en Insomnio y Memento, pero sólo ahora con Inception logra una bella conjunción entre ingenio y sentimiento, entre matemáticas y emoción. Los espías oníricos viajan por mundos diversos que llenan al espectador de asombro y ansiedad. Como todo thriller, Inception ofrece un alto grado de suspenso y violencia, pero en formas narrativas de “cajas chinas” en donde un mundo contiene otro mundo en una serie indeterminada de niveles. Para pasar de un mundo a otro se requiere un “salto de fe”.
La película de Nolan tiene mucho de los juegos de Borges y de los laberintos de M. C. Escher. Casi parece una obra del maestro Stanley Kubrik. Da gusto perderse entre tanta creatividad. El trabajo actoral de Di Caprio tiene la cuota de paranoia, intensidad y lucidez que requiere su personaje. Otro de los aciertos del film es el componente romántico del fantasma de la amada muerta y la metáfora del duelo. En los segundos finales queda oscilando el misterio más fecundo que plantea la película: ¿la vida es un sueño y los sueños son? ¿Hay algo más que muerte y polvo? .
Lic. Martìn Cremonte
